Y no le falta razón en su queja a Concepción Polo. No le falta razón tampoco cuando señala a la tradicional desidia de los extremeños como primera causa de que la oposición al ATC tuviera tan poca presencia en la concentración. Es el pueblo el sujeto de la soberanía y, por tanto, a los ciudadanos no deberían hacerle falta intermediarios para expresar sus opiniones y manifestarse por lo que le parezca justo.
Pero los partidos políticos se han arrogado --con el silencio resignado, cómplice o complaciente de los votantes--, la representatividad y, en este caso, se esperaba de ellos ese ´paso al frente´ que les faltó dar para expresar en Torre de Santa María lo que, por otro lado, ya habían expresado con rotundidad en la Asamblea de Extremadura y en las declaraciones a los medios de comunicación. Que no quieren el ATC.
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